La inquebrantable dedicación del director de la serie Tekken, Katsuhiro Harada, a la franquicia a veces ha chocado con la estructura interna de Bandai Namco. Conocido por su espíritu rebelde y su negativa a ceder, incluso cuando se enfrenta a la reacción de los fanáticos, el enfoque de Harada no siempre ha sido completamente comprendido dentro de la empresa. Su racha independiente, cultivada desde la infancia cuando desafió los deseos de sus padres de dedicarse a los videojuegos, continuó en su carrera. Incluso un ascenso a un puesto editorial en Bandai Namco no impidió su participación en el futuro de Tekken, una decisión que rompió las normas tácitas de la empresa.

El desafío de Harada se extendió a su equipo, el "Proyecto TEKKEN", a quienes en broma se refiere como forajidos dentro de Bandai Namco. Este grupo ferozmente leal priorizó el éxito de la serie Tekken, una dedicación que posiblemente contribuyó a la popularidad duradera de la franquicia.

Sin embargo, se vislumbra un cambio significativo en el horizonte. Harada ha indicado que Tekken 9 será su proyecto final antes de retirarse, dejando el futuro de la serie y su legado en manos de un sucesor aún por nombrar. La pregunta sigue siendo: ¿alguien puede replicar el liderazgo rebelde pero eficaz de Harada?